Métodos catequísticos
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      En los terrenos pedagógicos y catequísticos se han multiplicado expre­siones didácticas o criterios metodológicos de diver­sa índole o valor que se han hecho familiares. Han aludido a veces a lugares, a perso­nas o a peculiares campos o planteamientos religiosos.
  -  El "Método de Munich" es un ejemplo de referencia metodológica a un lugar. Alude a la preferencia que se promocionó desde finales del siglo XIX por seguir un camino rígido y sistemático en la formación cristiana. Se inspiro en Herbart, con su planteamiento de la "gra­dos formales" y cristalizó en los Congre­sos catequísticos de Viena (1912) y Munich (1928). Muchas publicaciones hablaron del método de Viena o de Munich, para referirse a los estilos propuestos.
    - El Método Legarde (o del matrimonio de Claudio y Jacqueline Legarde) alude al modo de formar a los niños pequeños mediante el relato dinámico de textos bíblicos que se narran (narrativo) y se dramatizan (activo).
    Los diversos modos de actuar basados en los campos religiosos o en otras consideraciones pedagógicas han multiplicado los métodos:
   - el "Método scout" basado en la promoción activa de intereses y de compor­tamientos participativos;
   - el método junior, aplicando la dinamica de "ver, juzgar actuar";
   - el método catecume­nal, integrando la acción educativa de niños y jóvenes en el contexto de las plegarias y actividades de los adultos en ambiente familiar;
   - el método (o tal vez estilo) constructivista de las escuelas de aprendizaje selecto de Harvard (J. Brunner, D. Ausu­bel, J. No­vak);
  - el método de la experiencia, basado en dinámicas psico­lógicas autoconstructi­vas inspiradas en la psicopedagogía de Eric Erikson y de K. Rogers.